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"Si queremos obtener el máximo, debemos darles el máximo"
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"Deja que sea el pie equino el que te cuente qué es lo que le ocurre"
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Actualmente,
los propietarios, jinetes, herradores, veterinarios... No deben
preguntarse si el caballo puede desenvolverse en cualquier disciplina
y a cualquier nivel de exigencia sin herraduras, ya que este hecho ha
sido comprobado y ratificado innumerables veces. Realmente lo que
deben preguntarse es qué ventajas e inconvenientes presenta ir
descalzo. Una vez hecho esto, lo más seguro es que quieran saber
cómo se consigue.
Mantener correctamente los caballos descalzos permite;
- Ganar calidad de movimientos (el caballo impacta con los talones y es capaz de almacenar la energía del impacto)
- Ganar seguridad al andar (el caballo es capaz de determinar las características del suelo por el cual anda)
- Ganar resistencia física (el movimiento hemodinámico favorece el trabajo cardíaco)
- Ganar tracción (el estuche córneo tiene una superficie rugosa y por tanto adherente)
- Disminuir la aparición de lesiones musculo-esqueléticas, disminuyendo entonces los gastos veterinarios.
- Aumentar su esperanza de vida (es el único animal cuya domesticación ha reducido su esperanza de vida a casi la mitad)
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Para entender lo expuesto, debemos comprender porqué se usan las herraduras y los inconvenientes o el coste vital que supone su uso para el caballo;
Ventajas
que presenta el uso de la herradura para el caballo (0):
Para el
caballo no hay ninguna ventaja,
pero sí para el jinete o propietario. Lo comprenderemos mejor si
entendemos que cuando colocamos una herradura, el caballo deja de
usar sus pies ya que todas las funciones que deberían hacer éstos
(soporte,
tracción, movimiento...)
son realizadas por el elemento metálico que llamamos herradura.
Este
echo, nos permite usar un caballo con
unos pies no funcionales
por las razones que sea (edad,
mala nutrición, falta de movimiento, estabulación, falta de
higiene...).
Expresándolo de otra manera, podemos decir que por muy podrida que
tenga la ranilla, por muy delgadas que sean las suelas, por muy
quebradiza que sea la tapa, por muy blanda o deformada que esté la
caja córnea, por muy atrofiados y/o calcificados que estén los
cartílagos laterales... El caballo sigue andando y muchas veces sin
dolor aparente.
Cuando sometemos o obligamos al caballo a
vivir en un ambiente doméstico
extremadamente artificial
(box,
alimentación incorrecta, soledad...)
y con unas características totalmente
contrarias a las que necesita por adaptación o diseño evolutivo,
todo su ser intenta adaptarse a ellas pero solamente lo consigue
parcialmente y su cuerpo sufre las
consecuencias.
Una de las consecuencias directas de someter al caballo a dicho
ambiente es el empeoramiento progresivo de la calidad y funcionalidad
de sus pies. Este último hecho, provoca la necesidad del uso de un
elemento que los sustituya, la herradura.
Gracias
al conocimiento sobre el mundo equino acumulado en estos últimos 30
años somos capaces de devolver la funcionalidad a los pies afectados
y mantenerlos totalmente funcionales hasta el momento de la muerte
del animal. Por tanto, si tenemos unos pies totalmente funcionales no
necesitamos ningún elemento que haga su trabajo y la herradura ya no
tiene sentido.
Inconvenientes
que presenta el uso de la herradura para el caballo (14 o más);
1.-Evitan el
desgaste del estuche córneo con lo cual se
producen deformaciones por sobrecrecimiento y fuerzas angulares
artificiales que
fuerzan todo el aparato locomotor (desde
el pie hasta la oreja y la cola pasando por la espalda, dorso y
región lumbar).
2.-
Al impactar contra un suelo duro de manera repetida se
genera una vibración de 800Mhz que destruyen los capilares
arteriales y venosos
del pie, afectando a la vascularización de este y por tanto a la
nutrición, detoxificación y termoregulación de los tejidos
internos del pie equino.
4.-
Alteran la posición del breakover o punto de quiebre.
Generalmente éste, queda por delante de su zona real causando que
los talones permanezcan más tiempo en el suelo (el
arco interno se ve forzado a trabajar durante más tiempo de lo
normal sobrecargando todas las estructuras que lo constituyen),
provocando el estiramiento de la línea blanca, laminitis
subclínicas, rotación de la P3, aparición de
acampanamientos...
5.-Añaden un peso adicional al pie
(500-800 gramos),
lo cual produce una aceleración dimensional en la última fase de
extensión de la extremidad, provocando un estiramiento agudo de los
tendones y ligamentos, pudiendo causar la aparición de alteraciones
de la marcha, contracturas, acortamiento tendinoso, tendinitis,
fisuras ligamentosas...
6.-
Aumentan la gravedad de las lesiones producidas por un roce, un
alcance, una coz a un tercero...
7.-Alteran la capacidad de distorsión
(entendida
como deformación tridimensional de la totalidad de la caja córnea y
sobretodo de la porción posterior de ésta)
del pie, afectando a;
-
La
capacidad del pie de absorber y usar la energía del impacto;
Ésta, se ve disminuida entre un 70 y un 80%. Por tanto, entre el 70
y el 80% de la energía generada durante el impacto no puede ser ni
absorbida ni almacenada por las estructuras diseñadas para ese fin,
sino que queda libre y tiene que ser absorbida por tejidos no
preparados para ello como las articulaciones, tendones, ligamentos,
huesos... Causando muerte celular, necrosis tisular, inflamación...
O lo que es lo mismo lesión tisular que al tener un efecto
acumulativo se agrava con el tiempo (el
impacto con el suelo de un caballo herrado es 3 veces mayor al de un
caballo desherrado al trote).
-
El
mecanismo hemodinámico
(Chris
Pollit)
mediante el cual el pie equino transforma parte de la energía
generada durante el impacto en calor y movimiento de fluido (la
sangre pasa de los plexos venosos más palmares a los más dorsales
para luego retornar por las venas digitales palmares hacia el
corazón).
La afectación de este mecanismo, provoca una sobrecarga cardíaca
que puede llevar a la muerte súbita del animal durante el
sobreesfuerzo (este
hecho se ha constatado en P.S.I de carreras),
causa la aparición de miocardiopatías en animales de mediana
edad... Hay que recordar que el caballo es el mamífero que tiene la ratio corazon;masa corpotal más pequeña del mundo animal. Esto puede ser así porque el movimiento y el mecanismo hemodinámico de los 4 pies actúan como "bombas" que retornan la sangre al corazón sin que éste tenga que hacer un gran esfuerzo.
Al disminuir el movimiento de los fluidos del
interior del pie, la sangre queda más tiempo estancada en el
interior de éste, disminuyendo el
aporte de nutrientes y células inmunitarias así como disminuyendo
también la recogida de toxinas (el flujo de sangre que circula por los pies, disminuye en un 60% cuando el caballo está herrado).
Este hecho provoca la disminución en la tasa de regeneración
celular (menos
crecimiento, menor calidad...),
el aumento de la presencia de infecciones (infecciones
de la ranilla, de la linea blanca, de la suela, de la tapa...),
altera la capacidad sensitiva (las
terminaciones nerviosas no pueden funcionar correctamente sin los
nutrientes suficientes)...
-
La
correcta estimulación de los tejidos; La
distorsión del pie, es básica para la estimulación del
crecimiento tanto de la epidermis (casco
o caja córnea)
como de los tejidos blandos localizados en el interior del pie
(almohadilla
digital, cartílagos laterales, ligamentos...)
encargados de usar la energía generada por el impacto, causando. Si
estos tejidos no se estimulan correctamente, se atrofian y provocan
a su vez:
-
Un
patrón de deformación típico y muy grave que termina provocando
síndrome navicular; atrofia de ranilla y el consecuente cierre de
los talones y desplazamiento dorsal del centro articular.
-
Un
aumento de las patologías del sistema musculo-esquelético y del
pie en sí, como; osteoporosis de la P3, osteoporosis del navicular,
inflamación del ligamento sesamoideo impar, artritis y artrosis,
tendinitis...
8.-Provocan que el peso recaiga en la
periferia de la caja córnea
o lo que es lo mismo, sobre la tapa. El pie equino está diseñado
para que el peso sea soportado por las estructuras soleares (ranilla,
barras, talones y suela)
y no por la tapa, la cual está diseñada para proteger las
estructuras internas de los traumatismos, la pérdida de agua, la
entrada de toxinas... Este hecho, provoca; el descenso de la P3, el
estiramiento de la linea blanca, la lesión de las láminas primarias
y secundarias, la atrofia de la capa interna de la tapa, el aumento
del riesgo de laminitis y enfosura, estiramiento de la banda
coronaria, aparición de fracturas epidérmicas o cuartos...
9.- Los
clavos se introducen entre la linea blanca y la muralla, rompiendo su
estructura y su estabilidad,
facilitando la invasión de estructuras por microorganismos foráneos
(bacterias
y hongos),
alterando la termoregulación de los tejidos internos del pie
(transmiten
la Tª externa al interior del pie siendo el estuche córneo un
tejido altamente aislante),
alterando la capacidad de regular el grado de hidratación del
pie...
10.-
La presencia de la herradura en animales inferiores a los 6 años o
la aplicación de ésta durante muchos años, provoca
deformaciones óseas
y una atrofia crónica de los tejidos blandos del pie.
11.-
La presencia de herraduras aumenta la compactación del suelo,
favoreciendo la desertización de la zona de pastoreo.
Esta
situación empeora todavía más cuando;
- El caballo no come
como debería
- El caballo no se mueve lo que debería
- El
herrado es incorrecto o se realiza con una frecuencia superior a las
6 semanas
- El caballo se mantiene en condiciones húmedas...
La madre naturaleza, tras millones de años de evolución ha diseñado un ser con unos pies perfectamente adaptados a la locomoción continua y veloz sobre los terrenos más abrasivos y exigentes del planeta. Si permitimos que esta perfección juegue a nuestro favor obtendremos caballos extremadamente sanos durante mucho más tiempo y con un rendimiento superior. Para ello debemos eliminar la presencia de las herraduras y cambiar los métodos de estabulación anticuados por los nuevos diseños creados a gracias al conocimiento profundo de las necesidades del caballo.
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Albert Villasevil - Médico veterinario y Podólogo Equino
Loc. Enric Morera nº 27, 43007 Tarragona - España
Tel 686.54.88.22
Inscrito en el colegio veterinario de Barcelona con el nº
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